Cuando se habla de seguros a todos nos viene a la memoria las aseguradoras. Nos dejamos llevar por los anuncios o por recomendaciones de personas allegadas a la hora de decantarnos por una compañía u otra sin tener en cuenta que hay otras empresas del sector —como es el caso de las corredurías— dispuestas a ofrecernos mejores condiciones y, lo que es más importante, cubren el vacío de las aseguradoras: la atención personalizada, manteniendo contacto con el cliente para seleccionar en cada momento las coberturas que más necesita.
¿Cómo funciona la correduría de seguros?
La principal ventaja reside en su independencia. La correduría de seguros mantiene una total imparcialidad. Su labor consiste en conocer las coberturas que ofrecen las distintas compañías aseguradoras, para seleccionar las que mejor se adaptan a las necesidades del cliente que lo solicita.
Cuando el cliente acude a una correduría de seguros, lo primero que debe conocer son sus necesidades. A partir de ese momento comienza el trabajo del mediador, para buscar las pólizas que mejor se adaptan al cliente, tanto en términos de coberturas como de presupuesto.
El mediador, o corredor de seguros, propone al cliente diversas alternativas, para que tome la decisión. Una vez realizado el contrato, el asegurado no se encuentra solo porque es en ese momento cuando comienza el servicio postventa.
A lo largo de la duración del contrato, el mediador será la persona a la que se dirija el tomador del seguro cuando le surja algún incidente. Gestionar los trámites y defender al asegurado frente a la compañía aseguradora son sus principales cometidos.
N.O.C. LeónCorreduria de Seguros